El aumento del uso de madera en construcción abre la posibilidad de explorar especies que normalmente no se emplean en este sector, ampliando así la cadena de valor más allá de las especies dominantes del mercado. Para aprovecharlas, es clave comprender sus propiedades y evaluar su uso en productos como la madera laminada. En los últimos años, la tecnología de elementos laminados ha avanzado, permitiendo construir muros de carga y forjados de manera más eficiente.
En ForestED trabajamos con seis especies distintas, buscando su aplicación individual o combinada con coníferas. Aunque estas últimas seguirán dominando el mercado, incorporar frondosas puede añadir valor y diversificar productos. Asimismo, para mantener la diversidad de los bosques, es necesario generar valor en la madera que producen. Por ejemplo, para conservar un bosque de abedules, debemos darle un uso rentable; de lo contrario, podría ser reemplazado por coníferas más comerciales.
